Por sorprendente e imperdonable que parezca, es esta la primera novela de Carlos Fuentes que leo. Se me pasó el estallido de La muerte de Artemio Cruz y, después, ya fue tarde para todo. Desaproveché incluso los momentos en que se le otorgaron el Premio Cervantes y el Premio Príncipe de Asturias para ponerme al día de manera oportunista y me quedé sin disfrutar de Cambio de piel, Terra nostra o Cristóbal Nonato. Tiempo habrá de recuperar estas pérdidas y, de momento, a modo de desagravio, vaya por delante una monumental pero necesaria evidencia: Carlos Fuentes es no sólo uno de los grandísimos de la literatura hispanoamericana sino uno de los enormes de las letras hispánicas de todos los tiempos. Aunque la comparación sea ociosa, lo prefiero incluso a García Márquez.
Los años con Laura Díaz es un relato gigantesco, una novela total, una construcción literaria majestuosa y tersa, un testimonio de creatividad, talento y estilo difícilmente repetible. La imagen es demasiado obvia, pero me resisto a omitir que se trata de un grandioso mural en prosa, tan expresivo y contundente como los pictóricos de Diego Rivera o Siqueiros, cuyos talantes personales y artísticos también incluye, del mismo modo que la peripecia vital de esa mujer absoluta llamada Laura Díaz incluye la historia toda del desazonador siglo XX mejicano (y mundial). Desde su niñez catemateca, rodeada de tiítas, Mutis, muñecas chinas y germánicos ancestros a su sobriamente heroico declive final veracruzano, pasando por sus desiguales amores (el héroe sindicalista pervertido, el dandy pimpinelesco y nada misterioso, el angélico republicano español, herido de misticismo laico, el reconcomido y secreto delator, doblemente víctima del macarthysmo) y sus tres Santiagos (hermano idealizado, hijo sacrificado y nieto redimido), Laura Díaz traspasa el siglo entero y sus figuras, construyéndolo, construyéndose y retratándolo.
Después de leer muy demoradamente -ha de hacerse así para mejor disfrutarla- esta novela, aún no se si me fascinan más su percepción global, cerrada y perfecta, o algunos de sus fogonazos deslumbradores como la semblanza de Frida Kahlo o las imágenes reminiscentes del guapo de Papantla. En cualquier caso, fascinado estoy y estaré. Poco a poco, intentaré seguir haciéndome con la opera omnia de este mejicano arrasador.
4 comments:
es un excelente libro
es super interesante
complicado largoo extensoo
rescatable por sus elementos historicos.
valiosa por que esta llena de cultura .
nos hbla de hechos que forjaron la historia contemporanea de Mexico.
nos llena de anecdotas , fechas personajes.
toda una vida.
laura diaz
Es una obra exelente, en cuyo contenido nos encontramos con diversos pasajes de la azarosa historia mejicana. No me parece correcto que esta obra merezca ser comparada con la de García Márquez; al menos, su lenguaje en diferente. Y si hay pasajes en los que aflora indudablemente "el Realismo Mágico", la visión de Fuentes, es diferente a la de García Márquez. Por lo demás, LOS AÑOS CON LAURA DIAZ, ratifica a su autor como un gran de la narrativa universal.
Me ha llenado el alma de emoción como pocos autores lo logran, una obra monumental con esa cualidad tan única de Carlos Fuentes que es como si en lugar de leer "él me sussurrara al oído". Todo un privilegio.
Post a Comment