Monday, July 23, 2007

Los Parentescos, de Carmen Martín Gaite (2001)


Es muy difícil conjeturar cual sería la continuación y cual el final de esta novela inconclusa de la infelizmente desaparecida autora salmantina. En un no breve y muy enjundioso prólogo, nos da Belén Gopegui unas cuantas claves que nos permiten ciertos ejercicios de imaginación proyectiva, basados en el material con que contamos y en el conocimiento que tenemos de la autora de Retahílas, pero no es fácil sustraerse a la presunción de esterilidad de tales ejercicios.

En esta su obra póstuma, doña Carmen Martín Gaite adopta el caro punto de vista de un niño pesquisidor. Pero no – como muy oportunamente apunta Belén Gopegui – de cualquier niño, sino de este niño, el reflexivo y curioso, mas nunca impertinente Balti, que va de libélulas de papel a gente de carne y hueso, con certera trayectoria. En el recorrido, los descubrimientos van conformando una actitud y un carácter: de Bildungsroman se podría calificar la novela, y a esta calificación somera no le estorban algunos elementos feéricos, muy genuinos de la autora. La visión infantil está exenta, por supuesto, de cualquier forma de ingenuismo: otra cosa sería impropia del talento desbordante de una de las mejores narradoras de nuestro siglo. La tragedia implícita en los varios seres que cada persona es se hace en algún momento explícita y lo que Gopegui llama el lado oscuro impregna de tal modo el relato que sus zonas claras, luminosísimas en ocasiones, no nos permiten nunca la complacencia. En el mundo de los adultos, por descontado; pero tampoco en el de los niños.

Desconocemos también los definitivos retoques que Carmen Martín Gaite daría al texto que nos ha dejado. Me permito, osadamente, aventurar que una virtuosa del matiz y del tono como ella habría modulado algunos levísimos desajustes de voz que he creído advertir y que en absoluto empañan la transparencia y la brillantez de esta obra maestra inacabada. A cierta sinfonía de Schubert, una de las más grandes y bellas jamás compuesta, le ocurre algo muy parecido.

1 comment:

Anonymous said...

Good for people to know.