Esta mañana escuchaba Radio-2 y sonó la célebre romanza de Los Gavilanes que dice eso de No hay rosa como los labios de mi zagala... Mi cráneo alberga zonas cerebrales de tontuna bastante extensas y alguna de ellas debió de quedar activada con los trinos de Alfredo Kraus, de modo que me sorprendí a mí mismo maullando en inglés: There's no rose like my shepherdess' lips...Lo peor de todo es que me salió de manara espontánea, impremeditada, amorcillada y bobalicona. Paré de cantar, me dije que ya no tenía amigos ingleses a quienes divertir con aquellas simplezas del tipo too much for my body o from lost to the river. Pero pronto caí en la cuenta -nada hay que no se pueda empeorar- de que mi traducción repentizada ni siquiera tenía la escasa gracia de aquellas necedades adolescentes. Recordé el primer verso de uno de los sonetos de Shakespeare: My mistress' eyes are nothing like the sun, que expresa la idea contraria a la de la romanza zarzuelera, pero que adopta una forma gramatical prácticamente idéntica. No es posible cagarla con mejor éxito. Así que, animado por la rápida fortuna, me lancé al vacío con licencia para disparatar. Véanse los resultados:
1. Versión alemana (Das unmögliches Hirtenlied ): Es gibt keine Rose als meiner Schäferin Lippen.
2. Versión francesa (petite pastorale solennelle): Il n'ya point de rose comme les lèvres de ma bergère.
3. Versión italiana (una pastorella audace): Non ha più rosa come i labbri della mia pastorella.
4. Versión portuguesa (a verdadeira dimensâo da lirica pastoril): Nâo hà rosa como os beiços da minha zagala.
Cuando mi hija, traductora e intérprete profesional -y una de mis escasísimas lectoras- tenga conocimiento de que estoy jugando con sus cosas de comer me va a repudiar como padre. Perdóname, Sariña bonita: son pecados y sandeces de vejez.
A otros profesionales de la lingüística y la traducción, que les den dos duros. Ya sé que tienen muchísimas cosas que enseñarme, entre otras que el libreto de Los Gavilanes no es precisamente una novela pastoril y, en académica consecuencia, la palabra zagala, "en el contexto de la obra", no debe tomarse sino en su primera acepción de "muchacha soltera" (DRAE). Se me da una higa. A mi me gusta que sea pastora y ahí queda eso.
*Ilustración de la entrada: BOUGUERAU: The young Shepherdess, 1885. San Diego Museum of Art.
1. Versión alemana (Das unmögliches Hirtenlied ): Es gibt keine Rose als meiner Schäferin Lippen.
2. Versión francesa (petite pastorale solennelle): Il n'ya point de rose comme les lèvres de ma bergère.
3. Versión italiana (una pastorella audace): Non ha più rosa come i labbri della mia pastorella.
4. Versión portuguesa (a verdadeira dimensâo da lirica pastoril): Nâo hà rosa como os beiços da minha zagala.
Cuando mi hija, traductora e intérprete profesional -y una de mis escasísimas lectoras- tenga conocimiento de que estoy jugando con sus cosas de comer me va a repudiar como padre. Perdóname, Sariña bonita: son pecados y sandeces de vejez.
A otros profesionales de la lingüística y la traducción, que les den dos duros. Ya sé que tienen muchísimas cosas que enseñarme, entre otras que el libreto de Los Gavilanes no es precisamente una novela pastoril y, en académica consecuencia, la palabra zagala, "en el contexto de la obra", no debe tomarse sino en su primera acepción de "muchacha soltera" (DRAE). Se me da una higa. A mi me gusta que sea pastora y ahí queda eso.
*Ilustración de la entrada: BOUGUERAU: The young Shepherdess, 1885. San Diego Museum of Art.
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