DOS SONETOS LAUDATORIOS AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR
PRESIDENTE DEL GOBIERNO
Jefe eres popular y carismático,
Orador de verbo fácil, preciso,
Sabio, cabal en el decir, conciso,
Elegante, viril, de perfil ático.
Mereces ser considerado como
Avezado estadista, gran político,
Robusto prócer de talante crítico,
Infatigable cid de recio aplomo.
Aquellos que negaron tu talento
Antes de conocerte deberían
Zambullirse entre el oprobioso lodo.
No sin tacha asimismo quedarían
Aquellos que de uno u otro modo
Reacios son a ver tanto portento.
Entre una turbamulta de corruptos
Supiste alzar tu voz siempre tronante,
Ungido por la gracia del desplante,
No dudaste en correr riscos abruptos.
Pujol te requiere, cúmplete Anguita,
Ilustre tribuno; tu buen gobierno
Justo en el fondo, pulido en lo externo,
A muchos deja lo que a pocos quita.
Tardará España en alcanzar un día
Regidor como tú, don tan preciado,
Ínclito varón, cuya nombradía
Se hace universal, y será pecado
Tenerte por maldad o por falsía
Eludido o del poder apartado.
Según consta en el registro de Word, escribí estas ripiosas y truculentas rimas, el día 2 de febrero de 1999, a imitación de las que Balbontín hiciera publicar en La Nación, el diario oficioso de la dictadura del general Primo de Rivera. Creo recordar que el acróstico de Balbontín rezaba Primo es borracho*. No me conformé con un solo soneto y perpetré dos, pretendiendo ser menos contundente. No he vuelto a revisar los versos, muy posiblemente mal medidos y con seguridad horros de ritmo y gracia. Que las musas y Balbontín me perdonen. No creo, sin embargo, que deba pedir disculpas, al ex-presidente del Gobierno, dado que debe estar fuera de toda duda -y así lo deseo manifestar de modo expreso- que está totalmente ausente el animus iniuriandi, aunque no el animus iocandi. Sólo el deseo de divertirme y, si posible fuese, divertir, me ha movido. Se trata, con toda evidencia, de un juego inocente, totalmente exento de malicia y así espero que se entienda por parte de los muy improbables lectores.
*En efecto, según he podido comprobar, el 14 de abril de 1929, La Nación publicaba, bajo seudónimo, el siguiente soneto:
Paladín de la Patria redimida,
Recio soldado que pelea y canta,
Ira de Dios que cuando azota es santa
Místico rayo que al matar es vida:
Otra es España a tu virtud rendida;
Ella es feliz bajo tu noble planta;
Sólo el hampón, que en odio se amamanta,
Blasfema ante tu frente esclarecida.
Otro es el mundo ante la España nueva;
Rencores viejos de la edad medieva
Rompió tu lanza, que a los viles trunca.
Ahora está en paz tu grey bajo el amado
Chorro de luz de tu inmortal cayado
¡Oh pastor santo! ¡No nos dejes nunca!
*En efecto, según he podido comprobar, el 14 de abril de 1929, La Nación publicaba, bajo seudónimo, el siguiente soneto:
Paladín de la Patria redimida,
Recio soldado que pelea y canta,
Ira de Dios que cuando azota es santa
Místico rayo que al matar es vida:
Otra es España a tu virtud rendida;
Ella es feliz bajo tu noble planta;
Sólo el hampón, que en odio se amamanta,
Blasfema ante tu frente esclarecida.
Otro es el mundo ante la España nueva;
Rencores viejos de la edad medieva
Rompió tu lanza, que a los viles trunca.
Ahora está en paz tu grey bajo el amado
Chorro de luz de tu inmortal cayado
¡Oh pastor santo! ¡No nos dejes nunca!
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